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Los niños y las niñas en edad temprana tienen a diario contacto directo con dispositivos tecnológicos de los cuales tienen acceso en su casa, en el lugar donde los cuidan, en los centros de educación y cuidado a temprana edad y en la escuela. Tal como necesitan saber leer, escribir y calcular para tener éxito en la escuela y luego en el trabajo, los niños y las niñas también tendrán que saber usar computadoras y otros dispositivos tecnológicos.
Los educadores y educadoras en el campo de la niñez temprana son responsables de decidir si desean mejorar el currículo con tecnología. Deben tomar en cuenta todos los aspectos del desarrollo saludable del niño y de la niña que están bajo su cuidado y protección. Además, deben estar conscientes de los riesgos de salud que pueden presentar los dispositivos tecnológicos. Por ejemplo, ¿De qué manera concentrar la vista en una pantalla puede afectar el desarrollo de los ojos? ¿Exponen los dispositivos a los niños/as a pintura con plomo o toxinas? ¿Se arriesgan los niños/as a atragantarse con las piezas pequeñas?¿Atemoriza demasiado el contenido a los niños/as menores?.
Pasar mucho tiempo frente a una pantalla se ha relacionado estrechamente con la obesidad. Antes, la exposición a la pantalla era principalmente ante el televisor o las películas. Hoy en día, la exposición a la pantalla también cubre los juegos en pantalla, los teléfonos celulares y otros dispositivos. Como recordatorio, las reglas estipulan que los niños/as menores de 2 años de edad no deben exponerse en absoluto a la pantalla. Los niños/as mayores de 2 años de edad pueden pasar 2 horas y media a la semana frente a la pantalla. Estas reglas garantizan que los niños/as menores tengan suficiente tiempo para jugar, explorar y hacer actividades físicas.
Es posible que algunos educadores y educadoras en niñez temprana no se sientan cómodos y cómodas con el mundo cambiante de la tecnología y se resistan a incorporarla al salón de clases. Algunos pueden decir que los niños/as a quienes atienden tienen suficiente exposición a la tecnología en otras partes y no incluirla en su currículo; otros pueden considerar que los avances tecnológicos son interesantes y estar dispuestos a poner a disposición de los niños/as una variedad de dispositivos tecnológicos.
Es recomendable que los educadores y educadoras de niñez temprana consideren la exposición de los niños/as a la tecnología fuera de los centros de educación. Los niños/as que no puedan aumentar su experiencia con la tecnología en sus hogares pueden beneficiarse de la exposición en su centro de educación temprana. Cuando se atiende a niños/as con retrasos del desarrollo, los proveedores/as pueden buscar equipo de adaptación para ayudar a los niños/as a valerse del “mouse”, el teclado y las pantallas táctiles a fin de promover su aprendizaje. Muchos educadores y educadoras integran la tecnología al salón de clases, evalúan el software y los dispositivos a su disposición, deciden si son apropiados basándose en la capacidad, el lenguaje y la cultura de los niños/as y determinan la manera en que estos dispositivos pueden mejorar el aprendizaje de los niños/as y su desarrollo saludable. Una vez que son capaces de usar bién las computadoras y otros dispositivos, los educadores/as de pueden incluir intencionalmente la tecnología en el currículo y el ambiente escolar.
Referencias:
Donogue, C. Technology in Early Childhood Education.
Child Care Information Exchange, November/December 2003. Extraído el 30 de mayo de 2016 de www.ccie.com/library/5015417.pdf
National Association for the Education of Young Children(NAEYC). Technology in Early Childhood Programs
Serving Children from Birth through Age 8 (draft). Extraído el 30 de mayo de 2016 de www.naeyc.org/files/naeyc/file/positions/
Draft%20Technology%20in%20Early%20 Childhood%20Programs%204-29-2011.pdf